Existe una realidad que todos queremos cambiar, una palpable realidad que mortifica a todos, que carcome las viseras de todos, y que invita a todos a criticar, a cuestionar, a quejarse, a revelarse, pero teóricamente, más allá de las palabras y los fecebooks no se concreta ninguna otra lucha que valla más allá de lo teórico.
Existe una realidad que todos queremos cambiar, pero ¿cuántos se atreven a cambiarla?, ¿cuántos van más allá de la oralidad y concretan sus palabras con hechos verdaderamente ejemplares que guíen a otros a seguir el mismo rumbo?, vivimos entre seres silenciosos, entre personajes que viven llenos de rencor, cargados de ira, rencorosos con sus autoridades, dispuestos a inmolarse, pero, guardan silencio, callan, ocultan sus pensamientos para discutirlos en un bar, en una esquina, en un micro, en un salón cerrado, en el que las paredes se tornan la limitación absoluta y eterna de quienes temen enfrentarse al verdadero cambio, su silencio a veces se vuelve inclusive, una amenaza mucho más fuerte para quienes si practican las ideas de mejora, para quienes se toman las cosas en serio y resolutos a ir más allá se aventuran por un ideal, para lo cual se necesita principalmente COMPROMISO, una palabra clave en el sistema actual, una palabra que se ha convertido en lo mas inaccesible para el más común de los mortales, porque, comprometerse con una convicción que va más allá de la simple espectación de hechos y volverte parte de los acontecimientos, es una tarea difícil, es una forma distinta de vivir la inhóspita soledad en la que a veces te encuentras al ser visto como un hilarante soñador al que toman por loco.
Hoy, quizá no estemos lejos de un cambio trascendental, tal vez ese cambio esta presente siempre, latente en cada esquina, porque hay mucho potencial en cientos de personas que buscan lo mismo, cambio, pero ese potencial esta ahí silenciado, desperdiciado, desordenado, esperando a que pase el tiempo y cuando menos lo pienses, serás un anciano más de los que renegaran de su presente, cuando nunca hicieron nada en su pasado.
No olvidemos que este es nuestro presente y que no depende de nadie más que de uno mismo, ese cambio trascendental que tanto reclamamos, haz de tu vida el compromiso practico, no te conviertas en el revolucionario teórico virtual que abunda hoy, sé el agitador activo de las ideas, y comprometete contigo y con quienes te rodean, con tus ideas y con tus convicciones, abandona tu silencio, tu indiferencia, tu desidia, y lucha, la perpetuidad de la vida se debe a ello, y como diría el gran Kafka, "el medio más efectivo que tiene el mal, es invitar a la lucha", luchemos hoy con hechos y veremos el cambio mañana.