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BATALLA DE HUAMACHUCO 10/07/1883

Corría ya las 12:00 del medio día del 10 de julio de 1883 y el ejército de Cáceres era en su gran mayoría indígenas, quechua hablantes, campesinos y no soldados. 
No eran en sí militares sino personas de campo, artesanos, hombres de trabajo que marcharon únicamente por el amor a sus pertenencias, sus hogares. 
Y digo mayormente porque también  lucharon peruanos de otras condiciones sociales, profesionales, de oficios diversos, grados o edades que decidieron luchar por su tierra.
Hubo niños también, como Francisco Gamero cuyo cadáver quedó en el campo.
Había hombres viejos como Manuel Tafur de 67 años que falleció perforado de balas a causa de la batalla.
Se dice que antes, Manuel Tafur vio caer a su hijo de 34 años, gritando a toda voz "¡Viva el Perú!".
Juan Gasco de 69 años escribió la noche anterior: "Estoy resuelto a morir en defensa de mi patria". 
Casi todos los jefes y oficiales cayeron en batalla, cómo Leoncio Prado.
Antes de su ejecución, solicitó tomar una taza de café. Enseguida, cuando entraron dos soldados pidió que fuera aumentado su número para que dos le tirasen a la cabeza y dos al corazón. Agregó que podían hacer fuego cuando hiciera una señal, esta era dar tres golpes con la cuchara en la lata que había estado comiendo.
Sin municiones y carentes de bayonetas, las tropas peruanas combatieron a culatazos y fueron aniquiladas. Los invasores, al mando del coronel Alejandro Gorostiaga, triunfaron y mataron a heridos y prisioneros peruanos.
Luego Chile colocó en Lima a Miguel Iglesias como el presidente que el 20 de octubre de 1883 firmó el Tratado de Ancón, que cedió la provincia de Tarapacá a perpetuidad, y transitoriamente a Tacna y Arica.
Esta vez nos quedamos con las palabras de César Abraham Vallejo Mendoza.
“Y no me equivoco y lo recalco. Porque yo, que soy de Santiago, digo en este caso y en su honor por el admirable orgullo y peruanidad de mis hermanos: ¡Hombre de Huamachuco!"

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