¡El que esté libre de pecado que tire la primera piedra! ¡En boca de mentiroso hasta lo cierto se hace dudoso! No son frases célebres, son algunas que a lo largo de la historia política peruana nos han acompañado sin remordimiento alguno. El peruano es así, creativo hasta para mentir. ¡Ama Llulla! Cuenta la historia que los líderes políticos, quizás, mienten siempre para alcanzar el poder y salvaguardar sus intereses. Esas mentiras han sido pequeñas, medianas y a veces grandes. Al fin y al cabo, mentiras son. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que cada cinco años el peruano se llena la boca con improperios en contra de la mentira. Inflamos el pecho, gritamos a los cuatro vientos dos palabras de nuestros antepasados incas, “Ama Llulla”: No seas mentiroso. Pero también ensalzamos a los mentirosos, los convertimos en nuestros ídolos, somos capaces de disculpar cualquier cosa, ponemos nuestro futuro en sus manos y hasta votamos por ellos. No, en realidad votamos por sus me...